OTOÑO EN ALBACETE

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Fiesta del Árbol

martes, 27 de marzo de 2012

GAZPACHITO ( Por José Luis López Terol)

(Un pequeño extracto de un cuento que estoy escribiendo, inspirado y basado en la realidad. Agradecido espero conocer vuestras opiniones y críticas)

 
Aunque   apenas tenía cinco años, con sólo mirar la cara de sus padres, sabía  que refugiarse en su habitación, dejar casi de respirar para pasar desapercibido, acurrucarse en un fuerte abrazo con  su perro Napo y  esperar a que pasase la tormenta de gritos, insultos y descalificaciones, eran su única forma de  supervivir.
Gazpachito era un niño guapo.
   Un poco pequeño para su edad. De constitución fuerte y robusta aunque de semblante melancólico. Sus rubios cabellos sucios y  desordenados caían  de una forma atropellada por cualquier parte de su cara tapándole sus pequeñas orejas y hasta  los ojos.  Enormes  y  de profundo color negro los abría con  trabajo; con cansancio. Era con ellos con los que hablaba. Emanaba tristeza por todos los poros de su mal alimentado  cuerpecito.
Acariciaba a su Napo sin dejar de temblar, muerto de miedo, horrorizado ante la espera de que se abriese la desvencijada puerta de su cuarto y entrase su padre, demacrado, casi sin aliento, apestando a bebida barata y casi derrumbándose, agarrando fuertemente la correa con la que tantas veces lo había maltratado.
Napo, su pequeño  Shih-Tzu, había dejado de menar la cola. Le miraba a los ojos y  apretaba aún más su menudo y lanudo cuerpo hasta fusionarse con él. Agradecido, le lamía las manos y, sin palabras, entendía a su pequeño amo en el lenguaje que ambos habían creado.
Una lengua ausente de palabras, basada exclusivamente en el afecto y la caricia y, desdichadamente, en los silencios. Silencios de miedo, de  angustia, de desesperación y huida. Un lenguaje nacido directamente de los códigos que elaboran el corazón y la ternura.
Napo lo seguía mirando al mismo tiempo que vigilaba la puerta de la habitación
De origen tibetano, era un perro sagrado que se sentía como un  fiero león. Y, aunque fuera un diminuto leoncito, más de una vez había demostrado su bravura  defendiendo a su amo. Además, sus estridentes ladridos eran la mejor manera de alertar a los vecinos. Ladridos que Napo, en su ingenuo  entender, identificaba con los  fieros  rugidos del rey de la selva.
Gazpachito apenas había ido a la escuela y escasamente  conocía la relación con otros niños. Su  corta infancia se  había desarrollado entre las cuatro paredes de una casa  habitualmente abandonada. Casi siempre solo hasta que, milagrosamente, llegó Napo, porque en uno de los escasos momentos de lucidez y culpabilidad de sus padres se lo habían regalado como saldando una deuda impagable.
Apenas hablaba y desconocía  las palabras que pudieran vincularlo al mundo que lo rodeaba.
Su mundo era otro. Interior y callado, construido con el salado sabor de sus lágrimas. Sus únicas palabras eran sus afectos y sus miedos y una mirada  casi siempre errante. Sin saber leer,  sabía intuir  a través de  los cortos años de  su propia vida ese repetido texto en el que sólo existían voces, insultos,  agresiones, dolor  y un miedo profundo e incontrolable.
Esta vez la puerta no se abrió.
Depositó a Napo en el suelo y se dirigió temeroso hacia la sala en la que sabía  que estaban sus padres. Napo le siguió indeciso, olisqueando más allá de sus posibilidades, buscando intuitivamente a través de su olfato cómo proteger a su  desvalido dueño. En su corto camino hacia la cocina  sintió crecer y emerger de él un león fiero que con su aterrador rugido paralizaría hasta el vuelo de las  aves más rapaces.  
-¡ Guau, guau, guauuuuuuuuuuuuu!
Gazpachito lo miró atentamente  y  con una inmensa  ternura su mente elaboró una respuesta que fue incapaz de pronunciar.
- Sí, tú Napo, león. Fiero. Valiente
Sintiéndose adulado, Napo  aceleró la marcha. Deslizó la puerta entreabierta de la cocina con  su chato hocico y la dejó abierta plenamente.

17 comentarios:

  1. Excelente Napo, es el héroe que los niños desean ser, que sueñan ser, es el verdadero personaje del cuento.

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  2. SEGUEIX ,SEGUEIX.....DONEN GANES DE LLEGIR-NE MÉS....SEGUEIXES ELS PASSOS DE JUAN RAMÓN JIMENEZ..QUAN LLEGEIXO EL CONTE POSO L'ENTONACIÓ COM SI INTERPRETÉS: PLATERO I YO...ASSUMPTA

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  3. Es muy triste y realista, a todos y no tan niños nos gustaría tener a Napo cerca algunas veces.

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  4. Aunque todavía no se ve la trama de la narración, mediante la claridad habitual con la que pinta sus relatos desde las primeras imágenes, el autor nos introduce en el abismo de una familia desestructurada, en la subsistencia de un niño que parece determinado a ser sacrificado en la sordidez del abandono y la exclusión social.
    A través de un lenguaje sentimental y delicado nos anuncia una historia de afectos entre un perrito que no es conciente de sus propias capacidades físicas y un niño abandonado y solitario, un ser que aún está aprendiendo a socializar su lenguaje y a construir una etapa mental que se encamina a un misterio.
    Aún no sabemos qué pasará entre ese chiquillo postergado en la desventura de una familia necesitada y su pequeño Napo, un Shih- Tzu intuitivo, fiel y agradecido que se relaciona con el mundo a través de su lengua, su cola y sus vigorosos ladridos.

    De todas formas, debemos estar preparados para un final que tal vez nos descubra las particularidades de un perfil semejante al de millones de niños, cuyas existencias se forjan unidas a los desastres de la falta de interés por la infancia y a los avatares de una niñez víctima de la intimidación y las carencias esenciales.
    Tal vez, en esa otra parte del cuento, hallemos las notas más tiernas de la vida de Gazpachito, existencia dolorida en los entresijos de la relación estrecha de un animal y un ser humano que desde la tierna infancia es blanco de un tipo de crueldad que se convierte en raíz amarga de la existencia de tantos niños pobres y mediadora ilegítima de la vida y la muerte de los seres humanos.

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  5. Excelente narración Jose, espero el resto !!
    Florencia

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  6. Gracias por vuestras opiniones. Espero más...

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  7. Aunque veo que hay una cierta duda sobre quién es el protagosnista:¿Gazpachito o Napo? ¿No podrían ser los dos la doble cara del mismo personaje? Faltan otros más que han de irrumpir en esecena. Será pronto.

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  8. Un relato que me tiene en vilo. La narración es maravillosamente inquietante. Gracias por compartir este relato. Espero impacientemente el resto.
    Juan Franncisco Cortés

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  9. M'agrada. Ets un escriptor que promet. Endavant!

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  10. Animo, adelante! Continua escribiendo, transmitiendo sentimientos e inspirando emociones. Vivimos en un mundo, por desgracia, que carece de ellos.

    Vicky

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  11. Hola Josep! quería darte un punto de vista particular, pero en privado. Sobretodo por Gazpachito ya que es el que irrumpe en nuestras retinas imaginarias con su "cruda situación".

    Nos lo presentas como en una vitrina, en perspectiva, y a parte de lo que tú como narrador nos cuentas sobre el "aislamiento" del niño en cuanto a lenguaje, en las emociones y en interpretación del entorno. Pero hay que ir con cuidado porque la mente del niño todavía huérfana de experiencias previas tiende a la fantasía y a crear mundos dulces y a normalizar las situaciones mas duras. El niño no se ve a si mismo con comparación y perspectiva, (no soy pedagogo, pero no recuerdo a partir de que edad se da eso) sus relaciones con el entorno son bastante al día y respecto a lo inmediato en el espacio y tiempo: padres, a compañeros humanos similares o compañeros animales, etc...

    Tendrás que elegir si seguir narrando desde el punto de vista e interpretación de un narrador adulto, esto es, interpretando con la experiencia de la vida, o bien empaparte del mundo interior del niño y recrearlo.

    En la película La vida es bella se hacían esos saltos de perspectiva para que se pudiera entender el conjunto y no quedarnos con la parcialidad de una sola interpretación del entorno.

    Si no nos llamas con gotas de alegría, ilusión, magia (a lo "Invención de Hugo" o "El niño en Pijama de Rayas") nos harás sacar los pañuelos y en verdad a nadie le apetece mucho proyectarse a sí mismo en un libro evocando lo que le tocó a cada uno... Creo que la función del libro es elevarte y llevarte, si cabe, a sanar y reinterpretar tu propia historia, como lector. No sé si me explico, pero es la relación que se establece entre el libro y sus palabras objetivas, y el mundo interior del lector, subjetivo, y que interfiere a la hora de interpretar y recrear el libro.

    Bueno ya seguiremos, pero me gusta como vas pintando el lienzo porque evoca mucha ternura y espero que te haya podido transmitir bien lo que quería decir...

    Un abrazo !!

    Albert L.R.

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    1. Hola Jose, acabo de leer el pequeño fragmento de Gazpachito....chico..ya estoy deseando saber como continúa. Por cierto, la foto que tienes de Golosalvo el genial, ¡¡me encanta!!, eres todo un artista. Besos.
      Paqui

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  12. No sabia que escribieras tan bien; me has sorprendido, felicidades.

    Bests,
    Mónica

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  13. Pronto el final de la historia. Me debato en un mar de dudas.Gracias por vuestros comentarios.
    Abrazos.
    JLuis

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  14. Una pregunta si no le molesta, ¿usted dió clases de primaria en el colegio "La Seda de Barcelona" en los años 70?

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    1. En absoluto me molesta. Efectivamente, di clases en el Colegio de La Seda de Barcelona en los años setenta. Hace ya tiempo de esto. Me sorprende tu buena memoria.
      Un saludo.

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  15. Yo fuí alumno suyo en los años (no quisiera equivocarme) 71, 72 y 73 usted fué mi tutor creo en los 2 últimos años y luego la tutoría paso al Sr. Gonzalez, me acuerdo que daba clases de música, y nos enseñó muchisimas canciones, la que más se me quedo grabada fue la de "Libertad sin ira" de Jarcha pero tambien le gustaba enseñarnos canciones de Nino Bravo, pues nada un placer en saludarle de nuevo despues de tantos años.
    Un saludo

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