OTOÑO EN ALBACETE

OTOÑO EN ALBACETE
Fiesta del Árbol

jueves, 27 de octubre de 2011

MANDALAS Y YANTRAS




Parece que en nuestra especie existen intuiciones geométricas que nos sirven como lenguaje suficiente para interpretar la realidad.
La tribu amazónica Mundurukú, que logró mantenerse aislada de nuestra civilización hasta hace bien poco, utiliza la geometría sin usar palabras y sin haberla aprendido.
Desde el origen del ser humano las representaciones geométricas han sido un elemento esencial para llegar a comprender su lugar en este mundo, así como para identificarse con el cosmos y con el infinito.
   La mayoría de las culturas poseen configuraciones mandálicas, frecuentemente con intención espiritual: la mandorla (almendra) del arte cristiano medieval, ciertos laberintos en el pavimento de las iglesias góticas, los rosetones de vitral en las iglesias, los diagramas de los pueblos  indios, en el Tíbet los KYLKHOR “ el centro de los alrededores”, etc.…
Actualmente colorear o rellenar con arena coloreada divertidas formas geométricas se encuentran entre una de las múltiples técnicas de relajación.
Yo utilizo éstos mándalas en mis prácticas de yoga para mejorar la concentración de los chicos que acuden a mi sala.
Menos conocidos son los Yantras. Lo configuran Cuadrados, Círculos, Puntos, Triángulos, Estrellas y Pétalos.
Las utilizo en mis prácticas yóguicas. Funcionan como patrones de activación y liberación de impresiones del subconsciente, como una llave para activar nuestra  neuroquímica del bienestar.
De la escuela tántrica recibí el conocimiento para su aplicación en la meditación.
Visualizar un yantra implica utilizar el hemisferio derecho del cerebro, el lado “visual”, que tiene que ver con el reconocimiento y la memorización de las formas y, asimismo, con el pensamiento concreto y las emociones. Todo yantra contiene un mantra. Un mantra, en tanto que sonido, activa el hemisferio izquierdo del cerebro, el lado “verbal”, que está en relación con el habla y el pensamiento abstracto.
Bindu, el puntito en el centro del yantra, es el punto focal de toda la figura. Representa la forma de energía más concentrada.
Cuando una persona que medita combina la contemplación de un yantra con la recitación de un mantra adecuado, implica de manera activa los dos hemisferios en el acto de la meditación. Centrado, con los dos lados del cerebro actuando en armonía, la persona que medita es capaz de alcanzar un estado de conciencia más elevado y sentirse unida al universo.
    Este texto-semilla pretende despertar vuestra curiosidad, antesala de la motivación y puerta del conocimiento.

Se llama yantra tanto a un simple punto, como a un templo majestuoso, que se define como tal, por poseer propiedades ocultas.
El Sri Yantra se compone de nueve triángulos yuxtapuestos y colocados de forma que dan origen a 43 pequeños triángulos. Cuatro de los nueve primeros triángulos están orientados hacia arriba y representan simbólicamente la energía cósmica masculina Śivá; los otros cinco triángulos se orientan hacia abajo y representan la fuerza femenina Śakti. Estos triángulos están rodeados de un loto de ocho pétalos que simboliza a Vishnú. Envolviéndolo, un loto de dieciséis pétalos, representa el poder del yogui sobre la mente y los sentidos. Encerrando este loto se encuentran cuatro líneas concéntricas que se conectan simbólicamente con los dos lotos. La triple línea que lo rodea designa la analogía entre el universo entero y el cuerpo humano.
Cada rasgo arquitectónico representa un aspecto particular del camino a la iluminación



Francesc Márquez Ruiz

miércoles, 26 de octubre de 2011

MANDALAS Y YANTRAS


SOBRE EL LAICISMO ( a propósito de una frase que he leído en el Facebook)








Aunque la frase “esta persona es atea, o sea, no cree en ningún Dios” parezca innecesaria, por obvia o indiscutible, es importante evidenciarla, escribirla y formularla en voz alta, teniendo en cuenta que, por desgracia, en medio mundo, en los tiempos que corren, el ateísmo es un asunto prohibido.
   Para nosotros parece una perogrullada repetir que tenemos derecho a no creer en nada, a no creer en ningún dios. Sin embargo, hoy por hoy, en muchos países islámicos, por política de control y represión, por proselitismo, fanatismo y política de vigilancia y dominio de los ciudadanos críticos y miembros de las minorías culturales, millones de personas no pueden pronunciar en voz alta la mencionada frase porque les va la vida en ello, porque no pueden ampararse en estatutos legales que no existen y porque pueden ser víctimas de sentencias de muerte si son acusados de apóstatas.         
Así de claro y así de real. Quien no lo crea que investigue.
   Ahora bien, lo mencionado anteriormente, no es privativo del islamismo ni de un determinado período de la historia. Los católicos, los protestantes y otras religiones e ideologías han hecho también lo suyo con respecto a la violación de los Derechos Humanos, con respecto a las libertades religiosas. Todos ellos sufragan y contribuyen, con grandes dosis de fanatismo y violencia, al acecho y la aniquilación de los ateos. Para estas creencias e ideologías el ateísmo fue, y es, aunque ahora se exteriorice de forma disimulada en las sociedades occidentales, sinónimo de las peores faltas morales y pasto de mofa y pábulo para el menoscabo, la desconfianza, la humillación y la discriminación.
   En muchas partes de la tierra, ser ateo era y es equivalente a coexistir con la deshonra, la bajeza moral y la falta de espiritualidad. Quien haya visto películas o haya leído novelas sobre la brujería en la Edad Media sabe muy bien a qué me refiero. Quien lea los periódicos, sepa algo de filosofía tomista o de la Inquisición, una brutalidad medieval, sabe muy bien que lo que afirmo no es ninguna exageración, sino la simple mención de hechos constatables y bien conocidos.
(Nelson Muñoz, escritor, comentarista político y filósofo)


domingo, 23 de octubre de 2011

¿PUEDE EL ARTE LUCHAR CONTRA EL INCIVISMO?


En la Pompeu Fabra, universidad situada casi enfrente de mi casa, cada día se reparte gratuitamente La Vanguardia de Barcelona. Suelen ser ejemplares tintados por alguna  parte y que no se suelen distribuir por los quioscos de prensa, deduzco yo.
 Por la mañana, a primera hora, depositan grandes fardos de ejemplares en la entrada de los dos edificios. Los estudiantes y todos los que componen la comunidad universitaria son los primeros beneficiados, aunque no solamente ellos. Gente del barrio, enterada de la gratuidad de la prensa, acude a recoger su ejemplar y leerlo tranquilamente en casa y sin  pagar un céntimo.
 Esta mañana, mientras  yo me acerca al recinto universitario a buscar mi ración diría de información, la dueña del restaurante chino de la esquina ya regresaba con una gran cantidad de ejemplares que disfrutarán los clientes de su bar.
 Nos hemos dicho “ni hao” (dudo que sea así como se escribe) y ella ha aligerado el paso con la expresión grabada en su cara de estar cometiendo un delito.
Le he sonreído y, levantando mi dedo pulgar, le he hecho el característico gesto de complicidad. Muy bien que la cultura salga del recinto sagrado de la universidad y llegue gratis cuanto a más personas mejor.
 Uno de los artículos centrales – no en cuanto a más importantes- trataba del diseñador de la buena educación, el diseñador gráfico  Jason  Shelowitz.
Al famoso lema de  “prohibido prohibir” se le ha dado la vuelta en una sociedad totalmente permisiva con la falta de respeto al espacio común. El respeto, valor que,  por muy  poco observador que uno sea,  comprobará que se ha perdido casi totalmente refugiado en una falsa máscara de tolerancia.
 Las buenas maneras se han convertido en algo anticuado e, incluso, reaccionario, mientras que la grosería del comportamiento  social, tan habitual en estos tiempos, se llega a  considerar  progresista, espontánea y  moderna o, simplemente, no se le da la más mínima importancia.
Este artista  neoyorquino  ha puesto su creatividad al servicio  de la educación en  Nueva York. Consciente  de que sus carteles cívicos podrían ocasionarle más de un problema, insiste en la reeducación cívica de sus mensajes. Considera su arte  como un servicio público y un gesto de sensatez.
Sus diseños lanzan mensajes que llegan directamente a la gente sin que falten en ellos un cierto sentido del humor. Cree que las reglas  básicas de urbanidad están olvidadas. Y fue en el metro donde creyó que era el lugar donde más se infringían.
Poner los pies en los asientos del tren, no dar las gracias cuando  se aguanta la puerta, no devolver el saludo en el ascensor, hablar a grito pelado con el móvil sin tener en cuenta los viandantes, escuchar música a toda pastilla en espacio públicos son situaciones que, según el el Catedrático de Ética de la universidad de Barcelona, Norbert  Bilbeny, infringen  normas básicas que se han perdido y se han de recuperar, no en el sentido de una cortesía hipócrita, sino de una buena educación cívica y de estos tiempos, porque saltarse a la torera estas normas básicas de relación  humana no conducen, indudablemente, a la libertad.
 Por todo esto,  los carteles de  Shelowitz han causado un auténtico impacto en la sociedad neoyorquina y deberían ser extrapolables a cualquier otra sociedad urbana en cualquier parte del mundo. Los que vivimos en grandes urbes sabemos mucho de todo esto.
Creo interesante reproducir “El decálogo para viajar en metro” para conocer después vuestras opiniones.
1. ASIENTO PRIORITARIO: Deja el asiento a una embarazada, a una persona mayor, a un discapacitado o al cualquier persona que necesite ese asiento más que tú. Algún día  esa persona puedes ser tú. Sé considerado. 
2.POLUCIÓN ACÚSTICA: Tu música puede ser impresionantemente divertida para ti,  pero recuerda  mantener el volumen a un nivel que sólo tú necesites. Cualquier otro pasajero no quiere escuchar tu música favorita. Lo mismo sirve para teléfonos y dispositivos portátiles de juegos. Tampoco, por favor, cantes o rapees con ellos. Gracias. 
3.CONTACTO FÍSICO: Los vagones van atestados y en natural apretarse, pero esto no da derecho a nadie para agarrar o tocar a otra persona. El acoso sexual es ilegal arriba y abajo del suelo. Ten quietas las manos, pervertido. 
4.RELIGIÓN: En este  gran país tenemos libertad de culto. Esto no quiere decir que la gente quiera ser sermoneada cuando va en un convoy. 
5.HIGIENE: Si toses o estornudas, cúbrete con  el interior del brazo, no lo hagas con  la mano y entonces cojas la barra. Es repugnante  y expandes los gérmenes. Mantén tu dedo fuera de la nariz. 
6.ESCALERAS: Utiliza las escaleras como si estuvieras conduciendo. Ponte por la derecha y no pares. Si ves a una persona mayor, a un discapacitado o a alguien con problemas, dale la mano. Te lo agradecerá. 
7.BASURA: No seas un cerdo. Si tienes residuos, guárdalos hasta que veas una papelera. El metro no es un lugar para tirar los desperdicios. Recicla cuando sea posible. (Siempre). 
8.ACCESO AL TREN: Permite a los pasajeros que salgan del vagón. Es cortesía. No obstruyas, muévete al interior y dale la misma oportunidad a los demás. Es lo que se llama ser consciente del entorno. Inténtalo. 
9.COMIDA: Si comes en el metro, evita los productos que ensucien o huelan. Nadie quiere oler  tu comida o coger la barra y pringarse con la salsa BBQ. Es un tren, no un comedor. 
10.LA MANICURA: El vagón no es el lugar para cortarse la uñas. Hazlo en casa. Incluso es una locura mencionar esto aquí.

 Sus campañas empezaron en el 2010. Colocaba sus carteles junto a los oficiales, usando en la calle señales de metal. Ha creado cuatro diseños  con los que intenta denunciar actitudes muy cotidianas como no tirar colillas al suelo, deposiciones de perro o de los caballos.
 Lo más importante, en mi opinión, es que esta campaña de este diseñador gráfico ha servido para activar un debate que estaba subyacente en la vida comunitaria y que  hasta ahora nadie se había atrevido plantear.





 José Luis López Terol

miércoles, 12 de octubre de 2011

UNA PEQUEÑA HISTORIA INTRANSCENDENTE

Vive solo.
Su vida únicamente la pueblan mil pensamientos fugaces y baúles de presencias dispersas en su memoria. Aunque, éstas últimas, languidecen  ya casi olvidadas depositadas en el rincón más oculto de sus  viejos y carcomidos recuerdos.
Esta mañana, o sea hoy, se levantó sintiéndose diferente. Casi reconstruyó sus pasados y se lanzó a pecho descubierto a la vida. Mañana tenía una cita con el destino y quiso abrazarla, entregarse a ella y casi la besó simbólicamente.
Diríase que  se sentía  valiente, confiado y reconciliado con aquellos persistentes fantasmas que compartían sus noches. Estaba preparado y, en unas milésimas de segundo, sintió algo parecido a la placidez a los que muchos llaman sin razón felicidad.
Dormía poco. Soñaba cada noche con que el sueño lo apresara  y lo doblegara y  borrara para siempre sus perdidos recuerdos.
Johann Sebastián Basch  sonaba delicadamente en el salón mientras la tarde del martes languidecía.  La Pasión según San Mateo era como  un sedante que apaciguaba su ansiedad continua y crónica.
Aquella tarde pensó ir al cine. Consultó en Internet los horarios. Una sesión a la seis y cuarto. Quería ver la película de Wim Wenders sobre  la inmensa Pina Bausch.
Aún tenía tiempo. Diez minutos y estaría allí.
Finalmente no se decidió y se abandonó.
Encendió el ordenador, abrió el Word y, sin control, empezó a teclear dejándose llevar por los más recientes e improvisados impulsos.
El documento en blanco lastimó sus deseos de expresarse, de sentir y transcribir cada uno de los más pequeños sentimientos. Quiso trazar una historia sobre un hombre que quiso ser  feliz y que tuviera un final de sonrisas y lágrimas, de azules inmaculados y de estrellas parpadeando en un cielo armoniosamente pintado de azul. En el fondo aparecería “ The end” como en las mejores películas de la época dorada de Hollywood.
La lujuria de las palabras escritas lo dispersó en mil encrucijadas. Mientras escribía, iba saboreando cada una de ellas. Degustaba su fonética y jugaba a compararla con la de otras lenguas intentando discernir en cuál de ellas  sonaba más bella.
Así fue  languideciendo la tarde sintiéndose triunfador al sentir que decir te quiero sonaba mejor en catalán o francés que en español. T’estimo, je t’aime
Construyó un argumento para su efímera historia de un hombre que vivía solo y que alguien, en algún  lejano lugar, había anidado en su corazón. Y casi sintió la caricia de un ser que se siente amado. Y correspondido.
La noche precipitó su pesado manto negro sobre la luz recién abatida y depositó en él  su  lúgubre perfume  de acogida. Una noche amenazante,  repetitiva e impertinente, traicionera y carcelera de su soledad.
Cuando se fue a la cama, abrazado a su pequeño perro,  decidió no rendirse. Abrió su libro de cabecera e intentó perderse  con David Grossman  en la búsqueda de una madre, arrojada a la calle, luchando por reconvertir el cadáver de su hijo asesinado en un ser vivo. No sabía que, al igual que en la Piedad de Miguel Ángel, en la  que María, madre, sostiene el cuerpo inerte de su hijo, ella,  sobre su regazo, abrazaría, aún caliente, el cuerpo amado del suyo, para mecerlo y acunarlo como cuando era  niño.
Dejó de lamentarse y se sumió en el cruel  tormento de la desesperación. Lloró por hoy  y  por siempre  la muerte injusta de su hijo y, de tanto  llorar, se le secaron las lágrimas. Se arropó en  la quietud  de un abrazo  con el cuerpo frío y  yerto  del que siguió reconociendo como a su hijo.
Abandonó el libro a la hora en que en algún lugar no lejano empezarían a sonar el canto de los gallos, los perros callejeros  ladrar y los primeros pasos del recién estrenado  día.
Aliviado, acercó aún más hacia sí a  su Napoleón. Le acarició con ternura su peludo cuerpecito sintiendo el agradecimiento de su fidelidad cercana. No ladró ni emitió ningún especial sonido. Simplemente batió su rabo expresando  desmesuradamente su alegría.
La luz del amanecer le regaló un nuevo y aún no empezado día.
Su vigilia lo había salvado. Ya no le importaba el día de mañana, ni el de pasado, ni ningún otro. Se sintió vivo y victorioso porque la desolación había desaparecido.
Puso la radio.
Juan Ramón Lucas entrevistaba al  líder del Partido Popular. Mariano Rajoy  dilapidaba el tiempo con un discurso lánguido y trasnochado. Lleno de temores y promesas.
En la cocina, aún en pijama, preparó su desayuno. Leche fría y una buena ración de cereales.
Napoleón empezó a ladrar estrepitosamente. Reclamaba también su  desayuno  y  bajar al parque.
Eran  ya las diez de la mañana.

José Luis López Terol 







sábado, 8 de octubre de 2011

REGRESO A TÁNGER

  Ya hace tiempo que regresé.
El día 31 de agosto, a las 5 de la mañana, cogimos, Gúmer y yo, coche y autovía y nos dispusimos a pasar el día viajando.
  En Tarifa a las 3 y en el barco a las 5.
  En Tánger de nuevo a las 5, de allí, de aquí...
  Siempre me emociona la vista de la ciudad. La Medina se recorta en el horizonte, sin haber cambiado un ápice desde 2001, que es cuando yo la vislumbré por primera vez, también desde el barco y también en viaje desde Tarifa. En aquel entonces como turista. Ahora no es lo mismo, la ciudad me pertenece y yo le pertenezco a ella. Vamos conociendo nuestros secretos, nos respetamos y nos queremos. Hay mucho de ella en mi y yo he descargado mucho en ella. Me emociona verla aparecer desde el mar.
  A lo lejos las torres de la gran mezquita y de la catedral y ...  justo detrás mi hogar, el nuevo, el de ahora. Sé que me espera y que me acogerá y me brindará todo su calor.
  Los días con Gúmer tranquilos, él viene a vivir el día a día.
Reencuentro con los amigos, los zumos de naranja, los paseos por la playa, las compras de comida en el zoco (las compras de casa ya las tenemos solucionadas, todos estamos instalados), las charradas, qué hemos hecho en verano, cómo nos sentimos en el regreso, la nostalgia de lo que hemos dejado atrás, lo bien que vivimos en Tánger. Los planes de este año, aprender daríya, hacer deporte, viajar, visitar lugares... El curro no necesita programación.
  Este año he recuperado a Mariajo Nasarre, aunque trabaja en Larache pasará muchos fines de semana en Tánger y ya hemos empezado a compartir paseos por la playa y la ciudad, además de estupendas charradas. Lo siento por ella porque hubiera estado muy a gustito un año más en Bogotá pero me alegra un montón tenerla cerca.
  Lo anterior lo escribí hace muchos días, no sé exactamente la fecha.
  Hoy ya estamos a 2 de octubre. Ha pasado rápido este primer mes.
  En momentos puntuales me he ido acordando de tod@s y he tenido ganas de contar lo que estaba viviendo pero la verdad es que me va ganando la actividad del día a día y no me he sentado y parado a escribir con calma. Hoy lo hago y no sé lo que me durará porque acaba de llamar Benito que viene en un rato.
Para vuestra tranquilidad os diré que no escribo porque tengo más vida social y estoy menos metida en mi misma.
  Una novedad es que ha desaparecido la cobertura de orange. Suponemos que han aumentado la potencia de las compañías de aquí y no dejan entrar las españolas. Ya me he buscado soluciones y de esta me voy a convertir en una avezada informática. Tengo una cuenta de skype: teretanger. Si os lo bajáis, me enviáis la invitación, la acepto y os conectáis podremos vernos y hablar. También me he bajado otro programa el voipbuster, con el que puedo hablar gratis a fijos; cuando os queráis comunicar me enviáis un mensaje de internet con cita, os llamo y hablamos tan ricamente, entre tanto yo iré probando para ver si os cojo en casa y nos podemos pegar una charradica.
  Creo que hoy me va a salir un popurrí de cosas sueltas.
  El fin de semana pasado fue el festival de Jazz (el Tanjazz) en el palacio de las Instituciones Italianas, seguro que más de un@ me habéis oído lamentar que solo lo abren para eventos concretos y que es una lástima porque tiene una arquitectura espectacular.
  Una de las ocasiones en que permanece abierto es para este festival, que además de su buena ubicación, acoge a l@s mejores cantantes y músico@s de jazz del momento. Fue un disfrute para los sentidos.
  Hay muchos mundos dentro de esta ciudad y allí se congregó una multitud que difícilmente se encuentra en el día a día, suponemos que de todas las partes del país. El primer mundo en África, con comportamientos y vestimentas de lo más selecto.
  Todos los días había un espectáculo a las 8 al aire libre, después y dentro del recinto se simultaneaban cuatro actuaciones de cuatro grupos en cuatro salas, que se iban renovando. Entre las actuaciones y el constante trasiego de idas y venidas por los jardines se pasaba el tiempo y la noche en un soplo de lo más entretenido.
  El próximo año aviso cuando me entere de las fechas para ver si los jubilados y jubiladas (que cada día vais siendo más) os animáis a venir.
  Más arriba os decía que ya estábamos todos instalados. Me equivoqué (queda gente que quiere mejorar), Maribel ha encontrado piso en el 5º de mi finca y tenía que comprar lavadora y  nevera. Le acompañé con el coche (ella no tiene) al Marjane (el mayor hipermercado del país propiedad, como casi todo, de la familia real.
  Tenemos la impresión de que se está produciendo un aumento progresivo de mujeres con burka. Aquí van completamente de negro, con una especie de toca que les tapa hasta las cejas, un pañuelo que les sube hasta la parte baja de los ojos y guantes negros. Mientras esperábamos para realizar el pago con la visa, que les costó un buen rato porque no pasaba la referencia del frigo, estuvimos entretenidas contemplando a una en las condiciones anteriores, que además llevaba un velo negro que le tapaba la ventanica de los ojos y que para nuestra sorpresa se estaba comprando un estupendo kit de cepillos para el pelo.
  Esta semana hemos recibido la visita de Su Majestad y Sarkozy, con el fin de inaugurar el comienzo de las obras de la línea de alta velocidad Tánger-Casablanca, que está previsto entre en funcionamiento el 2015. Cada vez que el susodicho nos visita, la ciudad se pone patas arriba con banderas a gogó, blanqueado general de bordillos, pasos de cebra y paredes, policías abundantes y, de vez en cuando, colapso general de la circulación.
  Ayer mañana en la radio oí a Chaves decir “estoy bien...”, o algo semejante, en cualquier caso una frase sin ninguna sustancia, y al público reír y aplaudirle entusiasmados. A veces pienso que los humanos hemos sido, somos y seguiremos siendo idiotas en nuestras relaciones con el poder y los poderosos. He entrado en google para ver si escribía bien el nombre de Sarkozy y me he encontrado un enlace de que ponía, Sarkozy borracho, Aznar borracho. Viene al hilo del poco respeto que debemos a los  que se creen y a quien  los considera poderosos. 
  La ciudad se va renovando y europeizando. El año pasado paseamos por la Corniche un paseo marítimo que bordea la medina, y que recién había sido inaugurado y este año siguen ajardinando y arreglando todo el entorno.
  Han comenzado las obras en el puerto, están haciendo un puerto deportivo, justo en frente de la casa de Mariajo y Juan y allanando la zona para hacer dos torres espectaculares.
  Están abriendo un Centro Comercial y el otro día subimos en las primeras escaleras mecánicas.
   Eso sí, sigue la misma mierda en las calles, las aceras hechas polvo en muchos sitios, los subsaharianos pidiendo en los entornos de los zocos, los mendigos a la salida de las mezquitas en la oración de los viernes, el tráfico infernal y desmadrado a todas las horas del día, las calles llenas de gente en todo momento, los magníficos olores a especias y perfumes por la medina, la belleza del mar, la molestia del viento, la delicadeza del guardacoches que cuida con mimo las plantas con que ha llenado los alcorques de los árboles de mi calle, los plastas dándote la turrada para que compres, el canto de los gallos desde los lugares más insospechados, el saludo matutino de los gatos al salir de casa cada mañana... El medievo y la edad moderna dándose la mano.
  Aquí os espera todo eso y mi casica y mis brazos abiertos para cuando queráis venir.
Mil besos
Teresa 
(Teresa Toribio es profesora española. Vive  y trabaja en Tánger, Marruecos)




domingo, 2 de octubre de 2011

ALBACETE Y SU IMAGEN

   Aunque habitualmente resido en otra ciudad española, soy albaceteño y paso en esta ciudad, en la que poseo una casa, largas temporadas, Como manchego y albaceteño amo nuestra tierra y especialmente nuestra ciudad. Sigo  su vida y evolución a través de la prensa y cualquier acontecimiento que ocurre en Albacete  me es de especial interés.
   Ayer llegué a Albacete por tren y su  nueva estación me sorprendió agradablemente, independientemente de que Albacete se haya podido empobrecer en cuanto a frecuencia ferroviaria. Por la tarde decidí estrenar los nuevos cines inaugurados hace unos días. Ya en la primera planta donde están instalados, mientras esperaba el pase de la película que fui a ver, observé con mucho agrado (me pareció una idea excelente) las maravillosas  fotografías que embellecen esta primera planta. Fotografías que exhiben nuestro rico patrimonio cultural, artístico y paisajístico.
  Dos de las fotografías  muestran dos visiones de uno de los pueblos más bellos de la provincia: Alcalá del Júcar. Ante mi sorpresa, observé que el nombre de este pueblo tiene dos enormes faltas de ortografía: Alcala (Alcalá) y Jucár (Júcar).
  Me parece bochornoso que se hayan colocado dichas fotografías con tales faltas ortográficas y más en una estación de trenes que es la puerta de entrada a nuestra ciudad. De no conocer la realidad  de Albacete  pensaría que el nivel cultural de nuestra ciudad está bajo cero.
  No sé de quién es la responsabilidad de semejante  tremendo error. Entiendo que equivocarse es propio de la condición humana, pero rectificar es propio  de sabios. Lo que no me cabe en la cabeza es que las autoridades responsables hayan permitido su colocación sin haberla rectificado antes, sin importarles la imagen de  desidia, desinterés e incultura que damos a los albaceteños y a los forasteros que nos visitan.
 Es totalmente lamentable y la responsabilidad de la misma  debe caer sobre aquellos que  han permitido lucir semejante descalabro.


José Luis López Terol