OTOÑO EN ALBACETE

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Fiesta del Árbol

jueves, 27 de octubre de 2011

MANDALAS Y YANTRAS




Parece que en nuestra especie existen intuiciones geométricas que nos sirven como lenguaje suficiente para interpretar la realidad.
La tribu amazónica Mundurukú, que logró mantenerse aislada de nuestra civilización hasta hace bien poco, utiliza la geometría sin usar palabras y sin haberla aprendido.
Desde el origen del ser humano las representaciones geométricas han sido un elemento esencial para llegar a comprender su lugar en este mundo, así como para identificarse con el cosmos y con el infinito.
   La mayoría de las culturas poseen configuraciones mandálicas, frecuentemente con intención espiritual: la mandorla (almendra) del arte cristiano medieval, ciertos laberintos en el pavimento de las iglesias góticas, los rosetones de vitral en las iglesias, los diagramas de los pueblos  indios, en el Tíbet los KYLKHOR “ el centro de los alrededores”, etc.…
Actualmente colorear o rellenar con arena coloreada divertidas formas geométricas se encuentran entre una de las múltiples técnicas de relajación.
Yo utilizo éstos mándalas en mis prácticas de yoga para mejorar la concentración de los chicos que acuden a mi sala.
Menos conocidos son los Yantras. Lo configuran Cuadrados, Círculos, Puntos, Triángulos, Estrellas y Pétalos.
Las utilizo en mis prácticas yóguicas. Funcionan como patrones de activación y liberación de impresiones del subconsciente, como una llave para activar nuestra  neuroquímica del bienestar.
De la escuela tántrica recibí el conocimiento para su aplicación en la meditación.
Visualizar un yantra implica utilizar el hemisferio derecho del cerebro, el lado “visual”, que tiene que ver con el reconocimiento y la memorización de las formas y, asimismo, con el pensamiento concreto y las emociones. Todo yantra contiene un mantra. Un mantra, en tanto que sonido, activa el hemisferio izquierdo del cerebro, el lado “verbal”, que está en relación con el habla y el pensamiento abstracto.
Bindu, el puntito en el centro del yantra, es el punto focal de toda la figura. Representa la forma de energía más concentrada.
Cuando una persona que medita combina la contemplación de un yantra con la recitación de un mantra adecuado, implica de manera activa los dos hemisferios en el acto de la meditación. Centrado, con los dos lados del cerebro actuando en armonía, la persona que medita es capaz de alcanzar un estado de conciencia más elevado y sentirse unida al universo.
    Este texto-semilla pretende despertar vuestra curiosidad, antesala de la motivación y puerta del conocimiento.

Se llama yantra tanto a un simple punto, como a un templo majestuoso, que se define como tal, por poseer propiedades ocultas.
El Sri Yantra se compone de nueve triángulos yuxtapuestos y colocados de forma que dan origen a 43 pequeños triángulos. Cuatro de los nueve primeros triángulos están orientados hacia arriba y representan simbólicamente la energía cósmica masculina Śivá; los otros cinco triángulos se orientan hacia abajo y representan la fuerza femenina Śakti. Estos triángulos están rodeados de un loto de ocho pétalos que simboliza a Vishnú. Envolviéndolo, un loto de dieciséis pétalos, representa el poder del yogui sobre la mente y los sentidos. Encerrando este loto se encuentran cuatro líneas concéntricas que se conectan simbólicamente con los dos lotos. La triple línea que lo rodea designa la analogía entre el universo entero y el cuerpo humano.
Cada rasgo arquitectónico representa un aspecto particular del camino a la iluminación



Francesc Márquez Ruiz

1 comentario:

  1. Gracias Francesc por tu aportación a un mundo que para mí es muy lejano y desconocido y por la relación que haces entre los rosetones de ciertas iglesias cristianas y el mundo espiritual oriental.

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